Secreto de caracola
Aguas revueltas y sal,
resonando en la espiral
de una caracola vieja
donde has querido escuchar
el sonido de las olas...
Pero tú eres el mar, el mar
Aguas revueltas y sal,
principio, nudo y final;
Con tus días de ventura y
tus días de temporal.
Espuma rota y dispersa,
tú eres el mar, el mar.
Ímpetu de la corriente,
eco de vida...
Lo atractivo de la luna
a ratos te hace dudar;
amor de tira y afloja,
tú eres el mar, el mar.
Aguas revueltas y sal,
mi horizonte y mi ideal:
vistes con cuatro colores
y te ves original...
Azul, verde, gris o negro,
tú eres el mar, el mar.
Cuando el peso de la vida
se haga presión abisal,
da la espalda a lo profundo y
vuélvete superficial.
Asómate a ver el cielo...
Tú eres el mar, el mar.
Aguas revueltas y sal,
mapa y rosa cardinal:
por favor, no te lo tomes
como algo personal, (pero...)
¿Por qué te siento tan lejos?
Tú eres el mar, el mar.
Concha caliza,
hueca y vacía,
cáscara seca,
curva y fractal;
una caracola grande,
no importa cuál.
La gente cree que guarda
el sonido de las olas...
Pero tú eres el mar, el mar (bis).