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Mostrando entradas de marzo 14, 2023

Alma de sol de enero

  Busco la tibia caricia de tu presencia fugaz por los rincones que rondas y luego dejas sin más. Te apoyas en la fachada de mi casa al mediodía; te acercas a mi ventana...  pero dudas y te vas. Alma de sol de enero, luz con las horas contadas,  tardía y ocasional, nunca nos pareces mal,  calor de quiero y no puedo. Alma de sol de enero, turbia en mañanas heladas, pálida, escasa y banal. La niebla querría negar  tu existencia el mes entero. Alma de sol de enero,  traes claridad a mis días. ¿Cómo, lo admito y ya está, no me iba yo a enamorar de ti, bendición del cielo? Alma de sol de enero Alma de sol de enero

La estrella que tú me diste

  Esperando el frío que ha de llegar salgo a andar las calles de esta ciudad. Cuando cae la noche intento encontrar la estrella que me diste, arriba, en la oscuridad. Sé que está allí, que está a mi nombre, sé que está allí, la estrella que tú me diste, que me diste  tanto tiempo atrás.

Secreto de caracola

  Aguas revueltas y sal, resonando en la espiral de una caracola vieja  donde has querido escuchar el sonido de las olas... Pero tú eres el mar, el mar Aguas revueltas y sal, principio, nudo y final; Con tus días de ventura y tus días de temporal. Espuma rota y dispersa,  tú eres el mar, el mar. Ímpetu de la corriente,  eco de vida... Lo atractivo de la luna a ratos te hace dudar; amor de tira y afloja,  tú eres el mar, el mar. Aguas revueltas y sal,  mi horizonte y mi ideal: vistes con cuatro colores  y te ves original... Azul, verde, gris o negro,  tú eres el mar, el mar. Cuando el peso de la vida  se haga presión abisal, da la espalda a lo profundo y vuélvete superficial. Asómate a ver el cielo... Tú eres el mar, el mar. Aguas revueltas y sal,  mapa y rosa cardinal: por favor, no te lo tomes  como algo personal, (pero...) ¿Por qué te siento tan lejos? Tú eres el mar, el mar. Concha caliza, hueca y vacía, cáscara seca,  curva...

El viento de nuestros días

  Como a las hojas caídas a lo largo del otoño se lleva el viento mis días para no volver más. Días de sueños y risas,  de ilusiones y tristezas; días que hilaron mi vida,  ésa del "¿...Cómo te va?" Que el viento de nuestros días nos traiga la buena suerte;  la noche, paz y descanso... Y luego, vuelta a empezar.