Metáfora.
Si como a mí te gustaran los cómics y llevases leyéndolos desde hace décadas, sabrías lo que quiere decir eso de la continuidad. Sencillamente que cuando sigues las andanzas de un personaje, todas las historias publicadas hasta el momento cuentan. O, al menos, deberían. Aunque quizá hay historias que, por una razón u otra, no acabaron de calarte. El guionista Peter David decía que, en ese caso, en secreto las desdeñas y no las tienes en cuenta. Que te quedas con lo bueno, con lo que te gusta y punto. El resto, agujeros en los que no pensar. Y que, de ese modo, cada cual llevamos en la cabeza nuestra propia continuidad de tal o cual personaje; incluso de cada compañía editorial. Creo que es cierto, desde luego. Somos -no me parece exagerado verlo así- testigos de sus vidas, como si hubiésemos estado allí mismo, acompañándolos. Y te sorprendes cuando alguien saca a relucir tal o cual número que no recuerdas (o te viene con una escena que no ...