NO, NO TIENES PODERES.

Se me ha ocurrido esta mañana: una idea para un libro corto y muy, muy loco. Por suerte, por falta de confianza o por volver a mis cabales (elegid lo que más os apetezca), el entusiasmo y la tontería se me han pasado ya. Y como sé que os lo pasáis bien con cualquier cosica, pues os pongo a continuación lo que ha dado de sí el día... -------------------------------- PRÓLOGO. No, no tienes poderes. Diría que lo siento, pero no. No tienes poderes. Y menos mal. Es una suerte. Tú crees que molaría, pero ¡qué va! Lo lógico es que la cosa, antes o después, te acabase pasando factura y de las caras. Ya, ya. Sé lo que estás pensando, prenda: “Oh, yo aprendería a manejarlos y…” Nah. Si tuvieras poderes (que ya hemos quedado que no, ¿de verdad lo tengo que repetir?), la cosa se torcería muy, muy pronto. Probablemente, te aborrecerías de las mil y una faenas [1] que tus (supuestas) habilidades extraordin...