Entradas

¡Sí, es el Día del Libro!

Imagen
  Les dio por morirse el mismo día...  O eso tengo entendido.  Morirse, sí.  En un día de abril de 1616.  A Cervantes y a Shakespeare, dos de las luminarias oficiales (y, siquiera por una vez, con motivo) de la cultura occidental. La excusa perfecta para montar el Día del Libro…  No, montar no: “celebrar”, se pondrá a la defensiva más de uno.  Vale, vale.  Paciencia.  Estoy, casi seguro, de vuestra parte.  Seguid un poco más conmigo. La excusa, iba diciendo.  Para nombrarlo en las noticias de la tele, las que sacan a las tres de la tarde (o parecido) y se repiten a las nueve (o similar).  Como si hiciese falta justificarlo con efemérides, ¿verdad? Siempre me ha gustado el Día del Libro.  Bueno; desde que era un crío, puestos a hilar más fino. (Con los años me voy haciendo consciente de la trampa de los términos absolutos como “siempre” o “nunca”, tan resbaladizos y maniqueos ellos.  Procuro evitarlos, pero nanay: me s...

Empuja la canción.

Imagen
  Ocurre muy de cuando en cuando, sobre todo en mañanas de sol.   Oigo cantar a alguien ahí fuera.   Su voz, lo que canta y cómo lo canta…   Me dice que oigo a un anciano. Parece que esté cantando jotas.   Pero… Va solo, por supuesto.   A capella .   Le pone tanta fuerza como puede para llegar tan alto como puede y tan largo como puede.   Tanto que se va más allá, mucho más: a territorio desconocido.  Y ahí aguanta lo que aguanta... Hay una especie de obsesión en la gente: como si, para la jota, con echarle poderío fuese suficiente.   Y se tira por ahí. (Cantadla bajito cuando el momento importe y ya veréis como se emociona hasta el gato.  ¿Me equivoco?) Habéis de entender que, sea quien sea, me queda lejos.   Apenas una voz apartada en el patio de luces (que se abre amplio, amplísimo hacia la avenida de San José).   Hoy, el patio está lleno de luz; las hojas tiernas de un verde nuevo e intenso del árbol que se yergu...

No me ven.

Imagen
  No me ven. Incluso si me tienen delante; ven otra cosa, cualquier cosa.   Su colección de etiquetas, el reflejo de sus dudas, algo que ya tengan a medio procesar (y no, no soy yo). No ven mi valentía ni mis miedos.   No ven cuánto los he querido ni en qué medida, si mucho o poco, los echo de menos. No ven mi tristeza; no ven las ilusiones perdidas ni lo frágil de las que quedan.   No ven el eje de piedra antigua a lo largo del alma encendida de luz.   No ven nada. No ven mi paciencia ni el largo tiempo de espera prendido a mi espalda.   No ven la compasión ni la ternura.   Todo es borroso.   Mis virtudes; las imperfecciones y carencias que me lastran; mis errores, que son míos y ni grandes ni tantos.   Mis pequeños logros… Me oyen, creo.   Pero no creo que escuchen, no como deberían: c omo yo mismo a los demás, supongo.   El ruido ya ha dicho todo; el silencio, en ello está.    Todos solos, todos ajenos al re...

Insistencia.

 Plon plon plon plon plon plon plon plon plon plon plon plon plon plon PLON, la casa de los martillos. Plon plon plon plon plon plon plon plon PLON PLON PLON PLON PLON PLON-   PLON . Plon plon plon plon plon plon plon plon...

COLGADO DE SU MURO (o "Una entrada muy antigua")

Imagen
  Una entrada para celebrar mis primeros quince días en LinkedIn. ¡Espero que os guste!

Invierno helado.

Imagen
 

Regalo de otoño.

Imagen